Mira que es grande la finca y mira que se ve desde varios ángulos si paseas por los alrededores de Correos, a tocar de Vía Laietana y Paseo Colón. Pero por alguna razón nadie había reparado que en la esquina entre las calles Gignàs y Hostal d’en sol, hay una finca noble preciosa, que había caído en el olvido, y yacía cerrada a cal y canto, con esos aires de tristeza y decadencia que desprenden las fincas que tuvieron una época de esplendor y que nadie se preocupa por mantener como se merecen. Cuando lo visitamos por primera vez, nos llamó la atención el cartel de Pensión 1 estrella que había en la puerta, con la palabra Habitaciones traducida a casi todos los idiomas. Efectivamente en la Planta Principal y en la primera planta había una pensión, todavía con las camas tipo plegatín de 90 cms, muebles de aglomerado viejo, y con un par de baños a compartir entre los 36 huéspedes que tenía como aforo máximo. Tenía incluso un punto fantasmagórico, y seguro que más de un productor de cine de terror hubiera visto allí un fantástico set de rodaje listo para grabar. Pero si lo mirabas con nuestros ojos, se podía ver el enorme potencial que tenía aquel maravilloso edificio. Construido sobre arena de playa, hoy tras nuestra actuación, ha recuperado entre otros aspectos arquitectónicos destacados, la fachada marmoleada original, y alberga 17 viviendas de obra nueva destinadas al alquiler de larga duración.